En la escritura de ficción narrativa no hay reglas. Es un ejercicio de libertad, creatividad y exploración del lenguaje que refleja la naturaleza humana y sus preocupaciones. Y las expresiones más conocidas son la novela, el cuento y el relato breve.
Sin embargo, la poesía se engloba en otros lugares. Las grandes editoriales no apuestan mucho por esta forma de creación que es mucho más cercana a la exploración y provocación de emociones a partir del lenguaje. La poesía es un género literario muy común, pero que muy pocos consideran en su biblioteca. Quizá porque su lectura siempre está enganchada a la interpretación y no es tan fácil entenderla como un libro con una narrativa más sencilla.
A la pregunta de por qué la novela tiene un lugar predominante en el gusto de los lectores, Antonio Ortuño me comentó que es la forma más popular de consumo cultural después de la música. Pero la poesía, como las novelas, también cuentan una historia para tratar de entender la sociedad, el amor, el erotismo, la naturaleza, la belleza y la vida misma.
Por lo tanto, a pesar de contar con una gran tradición de poetas, como Octavio Paz, Amado Nervo, José Emilio Pacheco y Rosario Castellanos, salvo Jaime Sabines, la poesía no ha encontrado una representación que permita la masificación de esta expresión creativa del arte.
Por eso, celebro que Editorial de Otro tipo, un colectivo artístico que produce y divulga obras de autores mexicanos, cuyo principal objetivo sea el promover las letras mexicanas a través de los diferentes colectivos del país, combinando lo valioso del quehacer editorial con los movimientos artísticos y culturales, lance el poemario En el armario no hay lugar para dos monstruos de Ricardo Arenas.
Escrito con un lenguaje sencillo, coloquial, capaz de crear imágenes poderosas por la vía de la paradoja, este libro es una jaula de papel que encierra lúcidos monólogos interiores, aunque el poeta sabe que entre sus barrotes habita el animal de la demencia, siempre agazapada y expectante, de sombras en cuyos ojos están tatuadas las cosas comunes que pasamos por alto y sobreviven al tiempo, al dolor, a la enfermedad, al desencuentro y al olvido, pero nunca a la escritura. Por qué un relámpago es signo de interrogación, el autor nos revela su respuesta: Quisiera ser como esos árboles y no quedarme quieto, mirando, sin saber qué pasa.
La poesía es el armario que habita Ricardo Arenas, y la locura, bestia gemela de la lucidez, lo acecha con metáforas, lluvia, insomnios, giros verbales y caminatas que emergen invictos de las señales talladas en cada poema. En estos versos lo monstruoso es lo cotidiano y doméstico, cualquier objeto, ciertas presencias animales y vegetales, así como el universo familiar en que cada mínimo acto muestra sus afilados colmillos que a la menor provocación, cualquier gesto, hábito o costumbre- está dispuesto a hundirlos salvajemente en el corazón del poeta hasta exprimir su última gota de luz.
¿Por qué leer este libro y poesía en estos momentos?Leer poesía es leer textos que han nacido de una creatividad enérgica, de la necesidad de desmitificar lo establecido, de la experimentación, de la subversión; leer poesía es hurgar en distintos rincones y encontrar el sentido de una expresión que es diferente a las formas comunicativas habituales.
El modo de usar las palabras en la expresión poética obliga a los lectores a participar en un “pacto lingüístico” que les permita aceptar, por ejemplo, que el sonido de las palabras es relevante, que éstas se pueden asociar de maneras extrañas para construir metáforas, que la distribución de las palabras en la hoja es distinta a otros textos.
Y en este contexto, el poemario de Ricardo Arenas nos permite adentrarnos en la observación de lo cotidiano como grandes contenedores de historias que nos detonan una serie de emociones que nos sensibilizan.
Yo estoy en este momento, de creación de la novela de Buenos días Avril, ¡estás en Estambul! Estoy más inclinado a la lectura de poesía para no perder la voz narrativa de mis personajes con otra novela pero lo que sí me permite la poesía es apreciar el carácter llúdico con las palabras. Por esa razón recomiendo a narradores, ensayistas, periodistas, y en general a todo aquellos que utilizan a la palabra como materia prima de su labor cotidiana, la lectura de poesía para experimentar la creatividad propia del idioma. Y en este caso, el libro de Ricardo Arenas, ofrece una gran posibilidad para disfrutar de la soportable liviandad del existir con otra visión.
Ricardo Arenas (Ciudad de México, 1994) es estudiante de la carrera de Creación Literaria en la UACM. Estudió Música en la Casa de la Música Mexicana. Actualmente es profesor de español y música. Con este libro ganó el Premio Nacional de Poesía Rodolfo Figueroa 2019.
Si quieres saber más sobre este libro, visita https://www.deotrotipo.mx/product-page/en-el-armario-no-hay-lugar-para-dos-mostruos
Invitación:Por otro lado, aquí te dejo los enlaces de mi novela más reciente: Buenos días Avril, ¡estás en Delhi! publicada por Harper Collins México y disponible en formatos impreso y electrónico en:
https://www.elsotano.com/libro/buenos-dias-avril_10547782
https://www.gandhi.com.mx/buenos-dias-avril
https://www.gonvill.com.mx/libro/buenos-dias-avril-estas-en-delhi_42412376
https://www.amazon.com.mx/dp/6078589423/ref=cm_sw_r_tw_api_i_GYqHCbB84D41Q
Si estás en Estados Unidos, la novela puedes ordenarla en librerías como Barnes and Noble, Amazon, Books-a-Million, IndieBound y Bookshop. Consulta el siguiente enlace: https://www.harpercollins.com/9786075620121/buenos-dias-avril-good-morning-april-spanish-edition/
Y la puedes escuchar en Storytel en https://www.storytel.com/mx/es/books/2138358-Buenos-d%C3%ADas--Avril-%C2%A1Est%C3%A1s-en-Delhi-