“Dios de la venganza, yo te llamo para que protejas a mis hijos! ¡Mueran los europeos! ¡Viva la Virgen de Guadalupe!”, se escuchaba a Miguel Hidalgo y Costilla mientras tomaba Guanajuato ante el cerco de las fuerzas de Calleja durante la fase inicial de la lucha de Independencia en México.
Así lo recuerda Ignacio Allende, mientras espera ser fusilado. "Ustedes van a fusilarme y no puedo mentir. Diga lo que diga, mi destino está decidido Todo lo viví en carne propia, la mentira es el único pecado que no cargo en mi alma. El Todopoderoso me espera para juzgarme y no tiene caso cargar con más culpas." Es aquí cuando Allende, un ejercicio de memoria, comienza a narrar las sangrientas batallas, la crueldad de los saqueos y sus fuerzas que lo mismo estaban conformadas por creyentes y seguidores del cura que de bandoleros que solo buscaban la riqueza del botín que arrebataron a los gachupines mientras gozaban de sus mujeres.
Es a partir de este ejercicio de la memoria de quién sabe que está a punto de morir, que el escritor José Luis Trueba Lara crea una novela transgresora y que tras una minuciosa investigación con la nueva información que historiadores y documentos del siglo XIX, tanto de liberales como conservadores, se ha difundido, el también editor logra delinear el perfil de un hombre complejo, contradictorio, político hábil y violento líder de ejércitos que está alejado de la imagen del “Padre de la Patria”.
Hidalgo. La otra historia, publicada por Editorial Océano, es una novela histórica de 264 páginas que incluye una cronología de los hechos al final para facilitar el seguimiento de los acontecimientos narrados. Y es que, uno de los muchos aciertos de Trueba, es el uso de párrafos cortos, que se asemejan a la manera en la que nosotros recordamos nuestras historias personales: fragmentadas, no lineales.
La novela está basada en los acontecimientos que detallan las batallas que libró el cura Hidalgo pero el autor indaga en la construcción de la voz de Allende, el narrador para construir, a partir de la ficción, la memoria del también insurgente. Trueba ha dicho que en los documentos y cronologías históricas, los enfrentamientos entre Hidalgo y Allende se pasan por alto. Empiezan como aliados, pero, conforme avanza la rebelión, Allende se aleja de Hidalgo a tal grado que, incluso, planea asesinarlo. ¿Por qué el odio? Aquí es donde el autor genera esta otra perspectiva, la de los criollos, aquellos que se unieron a la lucha de un hombre que representaba un ideal pero que, ya en su andar, descubrieron que las nociones de patria o una estrategia militar clara no formaba parte del pensamiento de Hidalgo.
Para conocer más de esta excelente novela, consulta:
http://www.oceano.mx/obras/hidalgo-jose-luis-trueba-lara-20955.aspx
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