Recuerdo que mi padre me contó una historia de su infancia. Mi padre nació en Atoyac de Álvarez, Guerrero. Mi abuelo era cafetalero y se iba a la sierra, a la cosecha del café. Mi padre y su hermano, iban a dejarle la comida y a llevar a la casa, lo que había logrado cazar para llevarlo a mi abuela y así alimentarse. Casi siempre regresaban de noche, y debían pasar por un río. En una ocasión, escucharon ruidos en el río, se acercaron y vieron a un par de mujeres, vestidas de blanco, muy pálidas, y jóvenes, que estaban lavando ropa en el río. Ellos se espantaron porque no era hora para ir a lavar, ellas no platicaban entre sí y en el lugar donde estaban, el agua venía ya sucia de la sierra, así que no podían entender qué hacían ellas ahí.
Esta historia que tanto mi padre como mi tío me contaron, vino a mi cabeza cuando comencé a leer Fulgor, la novela de Alma Mancilla, publicada por la editorial Malpaso.
En Fulgor, la autora narra la vivencia de Eva, una joven estudiante de antropología que llega a una cabaña descuidada, en un paraje campestre alejado del pueblo con el propósito de terminar un trabajo de campo en una de las comunidades de la zona para titularse mientras intenta recuperarse de un aborto reciente en la universidad.
"La soledad no es una buena compañera, no en estos tiempos ni en un país así”, dice la protagonista que desde sus primeras incursiones en el bosque se topa con un grupo de mujeres vestidas de blanco. Lo más extraño es que nadie en el pueblo parece tener constancia de ellas. Paralelamente, un par de lechuzas rondan insistentemente por su cabaña cuando cae la noche. “Es obvio que ellas también me conocen, que me han visto, que sabían que tarde o temprano terminaríamos por encontrarnos”, asegura Eva,
La apatía por la investigación que estaba haciendo comienza a ser diametralmente opuesta al interés creciente que le su suscitan las misteriosas mujeres cuando descubre el caserío abandonado donde parecen habitar junto un enigmático muchacho albino. Esta casona comienza a generar una extraña fascinación con nuestra protagonista.
¿Pero en qué estabas pensando, hija, no se te ocurrió que esto podría ocurrir? No sé de dónde viene esta réplica, no sé a qué suceso hace referencia. Es como si en mi cabeza se rebobinara una cinta que para de tocar, aunque ya nadie la esté escuchando.
Y es que el estado psicológico de la joven comenzará a ser cada vez más dudoso a medida que los eventos inexplicables se suceden, y el límite entre la fantasía y la realidad terminará siendo casi imposible de trazar.
Con gran habilidad estilística, la escritora oriunda del Estado de México, Alma Mancialla, antropóloga de formación y doctora en Ciencias Políticas por la Universidad Naval, ha logrado construir una novela onírica e impactante que aborda temas como la tradición, la feminidad, la salud mental y capacidad de redención. Todo ambientado en esta mezcla dónde el mito y la leyenda, parece ser un binomio que caracteriza al interior del país con sus personajes que se vuelven parte de la vida de la provincia. Compartan si ustedes tienen una historia como las que le conté de mi padre.
Querida comunidad de lectores en Astillero Informa, comparto con ustedes que la editorial que me publica en México cerrará la oficina en México y los únicos ejemplares que ahora están en librería serán los últimos. Así que aprovechen para llevarlos. Si alguien quiere, también se los puedo hacer llegar los dos ejemplares por Mercado Libre a todo el país con un precio especial y envío gratis. Las últimas dos presentaciones serán en Ciudad Juárez Chihuahua, el 30 de mayo de este año y el 19 de junio en Toluca, Estado de México. Hasta pronto y seguimos en contacto.
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